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Mejorar el sistema de "fichaje". Llevar un registro de la jornada de los trabajadores es, desde el año 2019, obligatorio en España. Sin embargo, muchas empresas todavía lo hacen de una manera arcaica, engorrosa, poco rigurosa y obligando a los trabajadores a añadir una tarea más a su ya apretada agenda diaria.
Sistemas como los de Workmeter no solo permiten cumplir con la legislación de una manera totalmente automatizada, desde cualquier dispositivo y para cualquier tipo de trabajador, sino que facilitan una gran cantidad de información adicional a acerca de los momentos del día de mayor y menor productividad, eficiencia de los turnos y otros aspectos vinculados al horario de trabajo.
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Implantar un sistema de teletrabajo.
El teletrabajo es, sin duda, una de las grandes tendencias laborales desde la pandemia, hasta el punto de que se ha convertido en un factor diferencial de atracción de talento. Muchas empresas, sin embargo, no terminan de implantarlo porque carecen de la estructura necesaria para hacerlo o temen que el rendimiento de los colaboradores caiga por el hecho de trabajar desde sus casas.
Aplicaciones como EffiWork ofrecen un sistema de fichaje desde el pc que permite evidenciar las horas de trabajo efectivo tanto en la oficina como en otros espacios, facilitando la adopción del teletrabajo.
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Optimizar las aplicaciones.
Un
sistema de medición de la productividad
es un excelente termómetro del uso que los trabajadores hacen de las distintas aplicaciones informáticas con las que cuenta la empresa.
Permiten saber si un determinado software es utilizado más o menos tiempo, por cuántas personas y con qué frecuencia, información puede servir como punto de partida para indagar en las causas del éxito o el fracaso de una determinada herramienta y tomar decisiones al respecto.
Naturalmente, siempre respetando la privacidad de los empleados y sin realizar capturas de pantalla de los contenidos.
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Realizar buenas sesiones de feedback y evaluaciones de desempeño.
Estas herramientas clásicas de la gestión empresarial, mediante la cuales los trabajadores y sus mandos debaten y analizan el desempeño de los primeros, ganan en profundidad y eficacia si están respaldadas con datos que ayuden a explicar esos resultados.
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Diseñar mejores planes de formación.
La medición de la productividad de los trabajadores
a la hora de realizar determinadas tareas o de utilizar ciertas herramientas informáticas permite identificar brechas formativas concretas en uno o varios profesionales.
Estos "gaps" pueden ser subsanados con un planes específicos de capacitación, con la ventaja adicional de que, pasado un cierto tiempo, se pueden volver a medir esos mismos parámetros para saber si la formación ha sido efectiva.