La sociedad española ha evolucionado mucho desde los tiempos en los que las personas LGBTI estaban perseguidas por la ley. Sin embargo, todavía son muchas las barreras a las que este colectivo tiene que hacer frente y una de las más altas es la de la inserción laboral de las personas trans, que todavía hoy se enfrentan a una tasa estimada de desempleo del 60%, una de las más preocupantes del tejido social español y la más alta en el entorno LGBTI.
Es por esto que, con ocasión del Día Internacional de la Visibilidad Trans, la Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGBTI (REDI) y la Embajada de los Países Bajos organizaron ayer el evento El camino hacia la inclusión laboral de las personas trans en el Impact Hub de Madrid, a fin de abordar la situación de vulnerabilidad en que esta estigmatización deja a un colectivo que es muy diverso en cuanto a situación socio-económica, grado formativo, experiencia laboral previa, etnia y otras múltiples variables.
Según el estudio La discriminación de las personas LGBTI en el ámbito laboral en España (2020) realizado por UGT, el 40% de las personas trans aseguran haber sido rechazadas en entrevistas de trabajo por motivo de su identidad de género
y el mismo porcentaje reconoce haberlo ocultado por miedo a no ser seleccionadas. Unos datos que se corresponden con los recabados por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA), según la que el 42% de las personas trans en España afirma haberse sentido discriminada durante sus procesos de búsqueda de empleo o en su entorno laboral.
Lo ha vivido en propia piel Valeria Paola Flores Viera, activista trans de 32 años y originaria de Honduras que, antes de encontrar su actual empleo en las oficinas del grupo francés April en Madrid, tuvo que superar un largo y angustioso proceso de búsqueda de empleo que duró años y le obligó a tener que recurrir a organizaciones humanitarias para poder sobrevivir.
“Hay días en los que todo está muy oscuro y no ves la luz. Es muy difícil. Tocas de puerta en puerta y te dicen que te van a llamar, pero nunca lo hacen y te quedas en la calle. Ese rechazo que recibes una y otra vez te desestabiliza emocional y psicológicamente”, relató.
En su caso, la doble dificultad de ser transexual y, además, migrante, le llevó a tener que malvivir de albergue en albergue y aceptar condiciones laborales injustas o mal remuneradas. En uno de los momentos más duros de esta travesía se acordó de dos documentalistas de los Países Bajos que, años atrás, la había entrevistado como activista en su Honduras natal y decidió escribirles un busca de ayuda. Ellos le pusieron en contacto con la Embajada de Países Bajos en España, que, a su vez, le remitió a la asociación Transexualia y, a través de esta, entró en el proceso de selección de la que ahora es su empresa, April. “Ahora voy por la vida sin miedo y con la satisfacción de tener por fin un empleo digno con el que mantenerme, aprender y progresar profesionalmente”, explicó.
En el acto también intervino la directora general adjunta de April, Raquel Rodríguez, que incidió en la importancia de que las empresas se comprometan e impulsen políticas para favorecer la diversidad e inclusión laboral real del colectivo trans. De hecho, de las 320 personas que trabajan en su organización, al menos una decena son trans. Una proporción bastante alta si se tiene en cuenta la elevada tasa de paro del colectivo. “En 2019 nos propusimos trabajar con colectivos que sufren exclusión laboral y enfocarnos en uno de los que concentran una tasa de desempleo más preocupante, el colectivo trans, percibiendo además menos colaboración en general por parte de las empresas en este ámbito. Fue así como tomamos consciencia de la problemática a la que se enfrentan las personas trans a la hora de encontrar trabajo. A partir de ese momento, empezamos a colaborar con Transexualia y nos adherimos a REDI, para que la contratación de personas del colectivo se convirtiera no en un proyecto, sino en parte de nuestra normalidad”, detalló Raquel Rodríguez.
Junto a ella, también aportaron su testimonio representantes de otras empresas, como Nacho Rodríguez, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de ING o Cristina Rubio, Quality & Control Analyst de Nationale-Nederlanden, dos empresas que colaboran con otra iniciativa parecida, el Proyecto Ámbar, de la Fundación 26 de Diciembre, que trabaja para poner en contacto a personas trans que buscan empleo con empresas que ofrecen puestos de trabajo acordes a su perfil.
Además, Nacho Rodríguez explicó que, en la línea de lo que ya ha puesto en marcha su compañía en otros países, en ING están trabajando en una guía para profesionales trans que incluye un apartado de buenas prácticas inclusivas y respetuosas con el foco puesto en los responsables de equipo y en el departamento de Recursos Humanos. Entre otras cosas, se abordan aspectos delicados como la documentación y la gestión del papeleo legal, así como medidas para dar apoyo a aquellos integrantes de la plantilla que decidan llevar a cabo el proceso de transición durante su etapa en la empresa.
Por su parte, Cristina Rubio ofreció su testimonio como madre de un chico trans de 17 años y habló de lo mucho que les preocupa a ambos el desalentador panorama del colectivo en el ámbito laboral. “Mi hijo se enfrenta a una doble barrera: ser joven y, además, ser trans”, denunció. Por esta razón pidió “seguir hablando de todo esto porque cuanta más visibilidad tenga, más podremos hacer para revertir la situación”.
En esta línea se expresó también Ignacio Navarro López del Arco, Category Marketing Director Whisky, Ron y Marcas de lujo para el Sur de Europa de Diageo, compañía que ha llevado a cabo diferentes iniciativas de sensibilización, como la campaña de esta última Navidad, ‘She’, que se ha llevado el Gran Premio Nacional de Creatividad 2023 y que, a través de la historia de un abuelo y su nieta trans, constituye un emotivo homenaje a los jóvenes que sueñan con manifestar abiertamente su identidad sexual.
En el evento, cuya mesa redonda estuvo moderada por Martín Butta, experto en políticas de inclusión trans en Argentina, también se habló de otras iniciativas con las que ha colaborado REDI, como el Proyecto Transparentes, de la Fundación LLYC, con el que 15 demandantes de empleo expusieron la soledad, desamparo e incertidumbre a las que tienen que hacer frente como personas desempleadas trans y que también pone el foco en el rol que deben tener las empresas para apostar por entornos laborales diversos y aportar soluciones en este ámbito.