Las mujeres investigadoras siguen luchando contra el techo de cristal
Los datos del CSIC indican que el Índice de
Techo de Cristal incrementó en 2022
respecto a los dos años anteriores. En este sentido, 96 investigadores de instituciones españolas figuran en el 1% de los científicos más citados del mundo. Sin embargo, de ellos, 85 son hombres y 11 mujeres, lo que supone un porcentaje del 11,46%.
Así pues, el techo de cristal sigue siendo una amenaza a combatir por parte de no solo las investigadoras y mujeres que se dedican a la ciencia, sino de toda la sociedad. “El techo de cristal se ha movido, pero aún queda mucho trabajo para lograr romperlo”, indica Nespereira.
En la misma línea, si nos fijamos en el peso de los hombres y de las mujeres a lo largo de la carrera científica, en muchas instituciones se observa un claro patrón: se mantiene el gráfico de tijera, en que hay muchas mujeres en la base, pero son pocas las mujeres que cuentan con cargos de responsabilidad. De la misma manera, la maternidad
sigue siendo un condicionante enorme en la carrera científica de las mujeres. A pesar de que muchos proyectos o becas a día de hoy ya tengan en cuenta la baja por maternidad, compaginar la vida familiar con la carrera científica sigue siendo una carrera de obstáculos.
La desigualdad en el ámbito académico, reflejo de la desigualdad latente
Por lo que hace al ámbito académico, el
65% de los títulos universitarios de la Unión Europea los obtienen las mujeres. “A pesar de esto, a medida que se avanza en formación postuniversitaria, la tendencia empieza a invertirse”, indica Nespereira. Por lo que hace a la formación predoctoral, las mujeres
suponen el 60%
de los participantes, mientras que en el de profesora de investigación, suponen menos del 25%. En este sentido, el sesgo en el ámbito académico es un primer reflejo ilustrativo de la desigualdad latente en la sociedad.
“En CEMP, las mujeres representan un alto porcentaje de las formaciones que se realizan, como puede ser el Máster en Análisis Clínicos o el de Medicina Estética. Tenemos el ejemplo de Alexandra Araujo, médica cirujana de la Universidad del Zulia, Venezuela y profesora del Máster de Medicina Estética”, indica Beatriz Nespereira. Las niñas y niños necesitan modelos femeninos, para que se den cuenta de que las mujeres, al igual que los hombres, pueden ser de ciencias. “En CEMP, más del 90% de nuestros docentes, tutores, asesores académicos y resto de personal somos mujeres y, además, en nuestras formaciones tenemos muy en cuenta la perspectiva de género”, concluye la responsable editorial de CEMP.