Si entendemos el bienestar como un proceso biológico, las medidas clave para alcanzarlo tienen que ver con los
hábitos saludables. De todos ellos, el que mejor podemos controlar en el ámbito laboral es el de la alimentación.
Quizá la piedra angular para fomentar el bienestar es la promoción de la alimentación saludable, una medida fácil de implantar en la oficina por disponer de un amplio marco de acción.
Así pues, como empleadores podemos
promover hábitos alimenticios correctos a través de diversas vías: ofreciendo talleres formativos de alimentación, pidiendo asesoramiento a nutricionistas, sustituyendo los snacks de las máquinas expendedoras por opciones saludables como fruta o también ofreciendo tickets o tarjetas restaurante a la plantilla.
Se trata de una medida necesaria, ya que la alimentación en el trabajo es un problema para muchos trabajadores, que optan por no comer durante su pausa o por ir a establecimientos de comida poco saludable.
Con una buena alimentación no solo prevenimos las bajas por enfermedad, sino que también se ha demostrado que los malos hábitos alimenticios pueden significar pérdidas de hasta un 20 % en la empresa debido a la caída del rendimiento2.
Fomenta las actividades físicas
Para alcanzar el bienestar físico en nuestra plantilla, conviene
luchar contra su sedentarismo. La promoción de actividades físicas es una medida idónea una vez solucionada la cuestión de la alimentación.
Es evidente que mantener
una vida activa es una garantía de bienestar, pero no hay que olvidar que fomentar el ejercicio puede ser nuestro principal aliado contra las bajas por enfermedad.
Así, la empresa puede ofrecer clases de baile o sesiones de yoga, organizar eventos deportivos como carreras solidarias y excursiones a la naturaleza o facilitar bonos de gimnasio. Por ejemplo, contar con una plataforma de bienestar corporativo como Gympass, permite cuidar del bienestar físico a través de gimnasios, clases online y entrenadores y del bienestar nutricional, emocional y familiar.
Ofrecer
este tipo de medidas supone todo un valor añadido en la empresa, que mejora su imagen, ya que estas acciones cuentan con una amplia aceptación entre los empleados.
Ten en cuenta el factor psicológico
Pero, como hemos comentado, el bienestar es una condición que trasciende lo meramente físico por tener un claro componente psicológico y emocional.
Fomentar un estado mental y emocional positivo puede ser una medida clave que, además de prevenir las bajas por estrés o depresión incidiendo en la autorrealización de nuestros empleados,
tenga un efecto directo en factores como la satisfacción laboral, el compromiso con la empresa en la que trabajan y la motivación. Estos tres elementos son
fundamentales a la hora de optimizar el rendimiento individual y potenciar la productividad general.
Entonces, para fomentar el bienestar corporativo, conviene apostar por medidas como la oferta de
asistencia psicológica del mismo modo que se ofrece asistencia sanitaria o de nutrición en algunas empresas. Otra medida es apostar por otras disciplinas como el
mindfulness, una técnica que ayuda al empleado a evitar evadirse para permanecer concentrado en sus tareas.
El coaching es otra tendencia que está ganando terreno en el ámbito profesional, ya que hace que el trabajador se mentalice para que dé lo mejor de sí.