La inteligencia artificial se convierte en el mejor aliado de los reclutadores
Por un lado, porque nos permite automatizar una gran parte de las tareas relacionadas con el reclutamiento de forma estratégica e inteligente. De hecho, uno de los usos más extendidos de la inteligencia artificial en reclutamiento son las entrevistas virtuales. En ellas, las personas encargadas del reclutamiento pueden establecer filtros que les ayuden a hacer una primera criba de candidatos a partir de parámetros indispensables que los candidatos tienen que cumplir. Esto ahorra tiempo y dinero a estos profesionales, que pueden analizar las respuestas de los candidatos en tiempo real, lo que permite una evaluación más objetiva y detallada de los candidatos.
Por otro, porque nos ayuda a trabajar y a sacar partido de un volumen de datos muy importante que ya existen y que no estamos sabiendo aprovechar. Esto permite una mejor comprensión de los perfiles de candidatos y la identificación de patrones que pueden ser útiles en el proceso de selección.
Un uso muy común en estos casos es el análisis de currículums. La IA puede analizar en segundos grandes cantidades de CV y seleccionar las mejores candidaturas para el puesto en cuestión de manera rápida y eficiente. Además, las herramientas de inteligencia artificial pueden realizar análisis de lenguaje natural y reconocimiento de voz, lo que permite una comunicación más fluida y eficiente con los candidatos.
Adoptar la inteligencia artificial en reclutamiento nos permite:
Mejorar la calidad del proceso de selección
La implementación de la inteligencia artificial en los procesos de reclutamiento puede ayudar a las empresas a reducir significativamente el tiempo y los costos asociados con el proceso de selección.
Una inteligencia artificial puede ayudarte desde el principio del proceso a optimizar tu tiempo con los mejores resultados. Ya existen opciones que te redactan en cuestión de segundos ofertas de empleo con los requisitos que necesite la vacante y las publican en un solo clic, tal y como hace Sesame IA. Incluso le puedes pedir que te sugiera algunos requisitos según lo que se valore más en el mercado laboral.
Puedes analizar grandes cantidades de datos en poco tiempo y sin errores, lo que permite una selección más rápida y eficiente de los candidatos. Además permite una evaluación más precisa y detallada de los mismos.
Reducir el sesgo humano y aumenta la diversidad
Uno de los mayores desafíos del proceso de selección es el sesgo humano. Los reclutadores pueden tener prejuicios inconscientes que pueden influir en su decisión de contratar a un candidato. La inteligencia artificial puede ayudar a reducir este sesgo al tomar decisiones basadas en datos objetivos y en lugar de la intuición humana.
Además ayuda a las empresas a ser más diversas e inclusivas en los cribados, identificando candidatos potenciales que podrían haber sido pasados por alto con otro tipo de procesos de selección.
Mejorar la experiencia del empleado
Esta tecnología ayuda a automatizar la comunicación, de forma que los reclutadores puedan pautar de forma estratégica en qué puntos tiene que existir una comunicación con los candidatos, el mensaje que se les tiene que hacer llegar y el tono. La IA se encargará de replicarlos, haciendo que los candidatos tengan una experiencia más óptima. Esto es muy importante para su percepción de la empresa y la construcción mental de la imagen con la que se van a quedar.
Con la creciente demanda de trabajo y el aumento de la competencia, las empresas necesitan encontrar formas más eficientes y efectivas de seleccionar a los mejores candidatos. En un mundo cada vez más competitivo, la implementación de la inteligencia artificial en los procesos de reclutamiento puede ser una herramienta fundamental para las empresas que buscan encontrar a los mejores candidatos para cada posición.
Esto se traduce en que la optimización de estos procesos ahorra costes y tiempo a los reclutadores. Un tiempo que podrían estar empleando en poner foco en un punto de vista más estratégico y, sobre todo, en la parte más “humana” de un proceso de selección, que es la que tiene que ver con la experiencia del empleado. La personalización y una estrategia pensada para poner a las personas en el centro es clave, y la inteligencia artificial la mejor solución para ayudarnos a conseguir este objetivo.