Este mes de febrero ha finalizado el proceso de negociaciones desde que comenzó el pasado mes de octubre con un acuerdo que según indica en un comunicado UGT, "soluciona alguna de las injusticias que se producían en el grupo, y por fin empieza un camino de homogeneidad en las distintas marcas y territorios".
Esta decisión se aplicará a todas las enseñas con las que el grupo opera en el mercado nacional: Zara, Zara Home, Bershka, Pull&Bear, Stradivarius, Oysho o Massimo Dutti.
Así, se establece un salario mínimo fijo para el conjunto de los trabajadores de las tiendas del grupo independientemente del convenio colectivo de aplicación de su salario fijo, sin contar los conceptos variables (comisiones, incentivos, nocturnidad,...)
y los pluses que abona Inditex que no aparecen en convenio. De esta forma, la compañía propondrá unos salarios mínimos asegurados de hasta 24 500 euros brutos al año, en función del puesto y la antigüedad.
Por el momento, a falta de comunicación por parte de CGT, sigue convocada la huelga prevista en todas las tiendas españolas este sábado 11 de febrero.
Con este acuerdo, que estará vigente por 3 años, Inditex accede al reclamo sindical de que se igualaran los salarios mínimos entre los diferentes convenios provinciales que rigen en el grupo para el personal que trabaja en los establecimientos de venta al público.
Los nuevos mínimos salariales -que son
para jornadas completas, prorrateándose para otros casos- se empezarán a cobrar por parte de los 36.0000 empleados en tiendas del grupo en España con efecto retroactivo desde el 1 de enero y podrán revalorizarse en 2024 y 2025 según el IPC real del año anterior.