Cómo trabajar el Bienestar 360 en la organización.

Cómo trabajar el Bienestar 360 en la organización · MINDGRAM

En los últimos años las empresas han colocado a las personas en el centro y, por eso, el bienestar corporativo se ha convertido en un elemento que todas las organizaciones están incorporando. Pero, para incorporarlo de verdad no sólo hay que implementar acciones que mejoren el bienestar físico (como pueden hacerlo las clases de yoga o tener fruta en la oficina) o el bienestar psicológico (con sesiones de mindfulness o de gestión del estrés). Es necesario tener una visión global y holística del bienestar y trabajar cada uno de los diferentes tipos de bienestar.

Es obvio que atrás quedaron los días en los que los empleados se contentaban con un puesto seguro y una buena paga. Ahora buscan más.

Si queremos atraer y retener el talento en nuestras organizaciones debemos satisfacer las demandas que actualmente plantean las personas. Y una de ellas es la preocupación honesta de las empresas por las personas y por su salud y su bienestar. Por lo tanto, dar respuesta adecuada a esta demanda es una de las claves de la cultura de las organizaciones más avanzadas en la gestión de personas y la experiencia del empleado en la actualidad.

Y para ello, la mejor forma es trabajando el bienestar 360º.

¿Qué es el bienestar 360º?

El bienestar 360º es un enfoque global que tiene en cuenta todos los tipos de bienestar que existen. Desde esta perspectiva, el bienestar se divide en cinco pilares clave:

1. El bienestar mental y emocional
2. El Bienestar social
3. El bienestar profesional
4. El bienestar financiero
5. El bienestar físico

Las empresas que enfocan el cuidado de la salud de las personas desde esta perspectiva, implementan diferentes acciones para cubrir estos seis pilares. Pero no de una manera fragmentada, sino con una estrategia cimentada en la propia cultura de la empresa, cuya base son las personas.

Vamos a ver en qué consisten estos seis tipos de bienestar y qué acciones se pueden llevar a cabo en las organizaciones para fomentarlos y ayudar a cuidarlos. 

Bienestar mental y emocional.

El bienestar mental y emocional se define como la capacidad para entender y gestionar nuestras emociones de manera que nos ayuden a vivir una vida plena. Es decir, estar en armonía, tranquilos y a gusto con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Una buena manera de potenciar el bienestar mental y emocional en las organizaciones es crear espacios de seguridad psicológica en los que las bases sean la libertad de expresión y el respeto. La seguridad psicológica se define como la percepción que tienen las personas de que pueden decir lo que piensan y cómo se sienten sin temor a ser ridiculizados, ignorados o castigados. Una situación en la que la seguridad psicológica es clave son las entrevistas «one to one», donde los responsables directos deben crear un espacio de confianza y aceptación para tratar situaciones, problemas e inquietudes de sus colaboradores con una actitud de apoyo.

Otra manera de potenciar el bienestar mental y emocional es formar y desarrollar las habilidades de escucha, empatía y asertividad en todos los empleados, para que las conversaciones, reuniones y debates se desarrollen de manera adecuada. También educar en inteligencia emocional es clave para que las personas aumenten su autoconocimiento emocional, sus habilidades sociales y su capacidad de autocontrol emocional.

En el caso de los líderes, se les ha de enseñar habilidades de liderazgo para gestionar sus equipos. Así como implementar en la organización modelos de liderazgo positivo que se basen en la cercanía y la preocupación honesta por las personas y por su bienestar.

Por último, siempre es recomendable realizar sesiones de meditación y mindfulness, ya que ayudarán a manejar situaciones gracias al control mental y a la focalización de la atención en el aquí y ahora.

Bienestar social.

Muy relacionado con el bienestar mental y emocional está el bienestar social que hace referencia a la creación y mantenimiento de relaciones sociales beneficiosas y positivas. Se ha demostrado que el apoyo social constituye un elemento indispensable para la salud, el ajuste y el bienestar del individuo. De hecho, las personas que mantienen un mayor número de interacciones se encuentran en mejores condiciones psicológicas y físicas, especialmente en momentos estresantes.

Esta es la razón por la que en muchas empresas se han creado y se fomenta el uso de lugares de descanso, que no tienen por qué incorporar futbolines o videoconsolas, pero sí tienen que ser cómodos y que sean espacios que fomenten la interacción de las personas. En el caso de que el modelo de trabajo sea híbrido o completamente remoto, lo recomendable es realizar cafés virtuales en los que voluntariamente los trabajadores se conecten por videollamada y en los que esté prohibido hablar de temas de trabajo. También se pueden promover actividades o concursos online en los que las personas compitan, sanamente, individualmente o en grupos.

Otra de las acciones que puede desarrollar una empresa para el bienestar social de sus empleados es marcarse como prioridad cuidar la vida personal de las personas. Por ejemplo, permitir que puedan solicitar días más allá de lo estrictamente estipulado por ley para cuidar a un familiar. Y también apoyar la desconexión digital.

La formación también juega un papel muy importante en el fomento del bienestar social. Cursos dirigidos a mejorar las habilidades de comunicación interpersonal, de gestión de conflictos interpersonales, de negociación, de inteligencia emocional tienen un impacto directo en la manera en que las personas gestionan las relaciones profesionales, tanto con los miembros de su propio equipo de trabajo, como con otros equipos, clientes, proveedores, inversores, etc.

Bienestar profesional.

Pasamos mucho tiempo de nuestras vidas trabajando. Por ello, tener un clima laboral positivo, agradable y de compañerismo es la base del bienestar profesional. El clima laboral se basa en la cultura de la empresa: una cultura arraigada en valores positivos y que realmente oriente y marque los comportamientos de las personas es fundamental. Los responsables de la empresa deben ser un ejemplo práctico de esos valores.

Además de la cultura empresarial, el desarrollo de las personas cobra una importancia esencial en el bienestar profesional. Las personas en sus trabajos tienen retos que superar y sin una buena preparación es muy difícil y estresante alcanzar esos objetivos. Por ello, la realización de cursos de formación se plantea como una de las mejores opciones.

Por último, otra manera de potenciar este bienestar es a través de distintas estrategias como sistemas de reconocimiento a los empleados, medidas de conciliación, acciones de comunicación interna efectivas o flexibilidad laboral.

Bienestar financiero.

El bienestar financiero hace referencia a la salud financiera que tienes: cómo gastas, cómo ahorras con respecto a lo que ingresas y la tranquilidad o intranquilidad que tienes con respecto a tu futuro financiero.

Nuestro bienestar financiero depende de los conocimientos financieros que tengamos. Crear y consolidar unos adecuados hábitos de gasto y ahorro que tengamos es clave. Tener un plan para manejar nuestras finanzas personales es una gran idea para mantener unos niveles adecuados de bienestar financiero en nuestra vida. El bienestar financiero no trata de ingresar mucho dinero, sino de tener control y muchas empresas ayudan a la tranquilidad de sus empleados incluyendo planes de pensión como parte de la retribución u ofreciendo una retribución flexible.

Bienestar físico.

Finalmente, el bienestar físico es el que permite a las personas realizar actividades sin sensación de dolor, fatiga o cansancio, a la vez que se mantiene un buen nivel de energía durante todo el día. Para fomentar este bienestar es necesario realizar ejercicio, descansar, dormir adecuadamente y alimentarse de forma sana.

Muchas empresas tratan de estimular el ejercicio físico de sus empleados realizando actividades al aire libre, como senderismo, por ejemplo. También el fomento de las competiciones deportivas en equipo que se organizan entre departamentos o empresas es otra manera de fomentar el ejercicio físico. Últimamente, gracias a la tecnología, se han popularizado las competiciones de pasos o kilómetros recorridos a la semana, que motivan a las personas a estar en movimiento.

Un aspecto clave del bienestar físico es la alimentación. Cada vez hay más empresas que ofrecen fruta y comida sana para los empleados en las máquinas de vending o gratis en el comedor. El respeto de los horarios de descanso y del tiempo de la comida es fundamental, porque es necesario comer con tiempo suficiente y, por lo tanto, con tranquilidad. También es buena idea que cuando se organicen comidas de empresa, los menús se seleccionen teniendo en cuenta los principios de una buena alimentación.

Dormir bien es necesario tanto para el cuerpo como para la mente. La desconexión digital favorece el establecimiento de una rutina adecuada antes de irse a dormir y esto hace que el descanso sea más reparador y beneficioso.

Conclusión

El bienestar 360º ofrece una perspectiva global del cuidado del bienestar: el cuidado de los seis pilares clave. Porque el cuidado de todos y cada uno de los pilares del bienestar es crucial para vivir una vida plena y completa. Las empresas a las que realmente les importan las personas y ponen a las personas en el centro, se preocupan por ellas de una manera completa. Y por ello implementan en su organización acciones que cubren esos seis tipos de bienestar basadas en una estrategia cimentada en su cultura.